No descuides tus hábitos saludables en verano

¿Eres de los que activa el ‘modo vacaciones’ antes de empezar a disfrutarlas?

El comienzo del verano es para muchos sinónimo de ocio, descanso y festividad, incluso sin estar de vacaciones. Y es que los días se hacen más largos, suben las temperaturas, las terrazas se llenan de gente, los peques terminan las clases… y nuestra mente asocia todo ello a un cambio de rutinas, que, en ocasiones, afecta especialmente a la alimentación.

Sin embargo, es importante que no relajes tus hábitos saludables: cuidarse en esta época es tan importante como hacerlo en cualquier otra estación del año.

En este post te dejamos algunos consejos para que disfrutes del verano sin desatender tu salud.

Cuida tus hábitos saludables manteniendo el número de comidas

Aunque durante el estío cambien tus horarios y tengas algunas rutinas diferentes, hay prácticas esenciales que se deben respetar. Entre ellas está hacer las cinco comidas diarias recomendadas, de este modo evitas el picoteo entre horas de snacks poco saludables y mantienes una dieta equilibrada. Y es que tomar un tentempié a media mañana y a media tarde te ayudará a llegar con menos hambre a la siguiente comida.

Como aperitivos ligeros y saludables, te sugerimos un tazón de cerezas con yogur, hummus con crudités de zanahoria y pepino, dos lonchas de jamón serrano y melón, dos rebanadas de pan de cereales con AOVE y tomate, un puñado de nueces con frambuesas y plátano…

Además, en esta época puedes aprovechar que tienes menos prisas para destinar al desayuno todo el tiempo y dedicación que esta comida se merece. No olvides que el desayuno debe aportar entre el 20-25% de las necesidades energéticas diarias e incluir al menos tres tipos de alimentos: leche o derivados de lácteos como yogur o queso, cereales con fibra y fruta fresca.

Hidratarse adecuadamente

No esperes a sentir sed para beber agua. La hidratación es clave para conseguir un buen estado de salud y bienestar.

En esta estación hay que prestar atención a las recomendaciones de consumo de líquidos en cada edad, especialmente en los niños, las mujeres embarazadas o lactando y en los ancianos, así como en situaciones especiales de enfermedad y por las condiciones climáticas.

Recuerda que puedes hidratarte con otras bebidas: los zumos naturales y las infusiones frías o cremas frías como el gazpacho son una fuente excelente de hidratación que puedes elegir según tus gustos. Incluir frutas y verduras en tu dieta también contribuye a hidratarte de manera saludable.

Te damos un último consejo sobre la hidratación en verano: agrega un toque de limón o pepino al agua para tener un sabor más refrescante.

Realiza actividad física

El verano es el momento ideal para plantearte probar nuevas actividades, tanto en tu entorno habitual como en el caso de que te traslades a otro lugar de residencia o te desplaces eventualmente durante las vacaciones.

Teniendo siempre en cuenta la importancia de cuidarse del calor, puedes empezar a realizar actividades de intensidad moderada e ir incorporando paulatinamente más días y mayores esfuerzos. Ir en bicicleta, dar paseos por la naturaleza, nadar, hacer yoga, practicar deportes acuáticos…

Sea cual sea tu estado de salud, siempre podrás encontrar un ejercicio físico que te resulte divertido y te produzca bienestar. Solo, en familia o con amigos, ¡mantén el cuerpo en movimiento y disfruta de un verano activo!

Cuidado con las tentaciones, ¡date caprichos con moderación!

Comer en hoteles y restaurantes con buffet, tapear en chiringuitos, ir de copas en terrazas, cenar al aire libre… Lo sabemos, en verano hay muchas tentaciones, pero no se trata de evitarlas todas, también hay que disfrutar.

Las raciones demasiado grandes y las bebidas alcohólicas, azucaradas o con gas son un riesgo del que podemos abusar si no tenemos cuidado. Por eso nuestro consejo es que elijas con cuidado la comida que pides fuera de casa, evitando los fritos, salsas y dulces y optando por ensaladas o alimentos al horno o a la parrilla. Además, puedes aprovechar que tienes más tiempo para masticar bien la comida y procurar comer con tranquilidad para favorecer la digestión.

Dos recetas imprescindibles

Ensaladas, sopas y cremas frías, verduras, pescados, arroces, batidos naturales, tartas de frutas, etc. Las posibilidades de preparar recetas fáciles, ligeras y refrescantes que nos ayuden a sobrellevar el calor son infinitas. En este post hemos seleccionado dos que no pueden faltar en tu dieta veraniega: gazpacho andaluz y ensaladilla rusa.

Receta de gazpacho andaluz

Ingredientes

  • 1/2 kilo de tomate maduro
  • 1/2 pimiento verde
  • 1 diente de ajo
  • 1/2 pepino
  • 1 cucharada de AOVE
  • 4 cucharadas de vinagre de vino
  • 1 rebanada de pan blanco (si no dispones de pan blanco, usa pan de molde)
  • Sal fina

Preparación del gazpacho andaluz

Escalda y pela los tomates e introduce en el vaso de la batidora. Pela y trocea el pepino y añádelo con el pimiento, el ajo y el pan remojado en agua. Tritura durante unos segundos y añade la sal, el vinagre y el AOVE probando para rectificar si fuera necesario.

Pásalo por el chino a una sopera y deja enfriar durante una hora antes de consumir.

Si bien esta receta tradicional contempla emplear un diente de ajo y una cucharada de AOVE, desde Esencia Califal te proponemos una combinación de ambos: nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra aromatizado con ajo, que elevará el valor culinario de tu receta.

Riquísima receta de ensaladilla rusa

Ingredientes

  • 2 patatas grandes
  • 1 zanahoria
  • 1 huevo
  • 50 g de aceitunas
  • 75 g de guisantes cocidos
  • 150 g de atún en aceite
  • 400 g de mayonesa casera

Cómo hacer una ensaladilla rusa

Pon dos patatas lavadas y enteras con la piel y una zanahoria limpia en agua fría salada en una olla. Lleva al fuego y cocina durante unos 35 minutos a fuego medio. Pasado ese tiempo, añade un huevo y deja hervir todo otros 10 minutos.

Retira las patatas, la zanahoria y el huevo y deja que se enfríe todo antes de pelarlo. Corta en trozos pequeños, también las aceitunas, y pon todo en un bol junto con los guisantes y el atún, añadiendo después la mayonesa casera. Mezcla muy bien, déjala en la nevera y sírvela muy fría.

Para elaborar la mayonesa casera, nuestra sugerencia es utilizar el AOVE ecológico de Esencia Califal, que aporta el cuerpo, textura y sabor necesarios para dar un toque único a tu mayonesa.

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